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  • Irene Paola Garza Del Valle/ Mentes en Equilirbio

Maternidad Contemporánea: Ser madre sin sacrificios.


En épocas anteriores, una buena madre era aquella que vivía sola y exclusivamente para sus hijos, aquella que a mayores sacrificios hacía, mejor madre era. Tal y cual lo menciono en mi artículo ¿Madre solo hay una? , la sociedad ha asociado “la maternidad” de manera tajante a la mujer y como uno de los principales valores femeninos. Nuestras abuelas e incluso nuestras madres han sido parte y han vivido a lo largo de sus vidas con dichas “creencias”, las cuales no solo minimizan a las mujeres a su rol de madres, sino que eliminan cualquier posibilidad de libertad y de ser más allá de dicho rol.

Sin embargo, creo que con el tiempo nos hemos dado cuenta que una maternidad positiva y sana, tanto para el niño o niña como para la madre, no conlleva necesariamente sacrificio. No es necesario que dejes a lado tu vida profesional, tu vida social y tu vida de pareja para ser una buena madre, claro que conlleva un esfuerzo extra, pero esfuerzo no es lo mismo que sacrificio. Estoy de acuerdo que la llegada de un hijo a tu vida cambiará muchas cosas, tu cuerpo se transformará, se reescribirá tu rutina, cambiarán tus hábitos y tu estilo de vida, tu economía, tus objetivos y metas, sin embargo, no tienen por qué eliminarse completamente, ni tampoco tienen que girar únicamente alrededor del niño(a). Ser madre no significa sacrificarte a ti misma.

En cualquier relación de tu vida, la regla es que para poder dar lo mejor de ti, primero necesitas estar bien tú y eso aplica también en tu rol como madre y en la relación con tu hijo(a)/s. Para poder ser la mamá que deseas y darle lo mejor a tu hijo, tienes que hacerlo primero contigo y sobre todo predicar con el ejemplo; que mejor que enseñarle que el amor bonito es el amor en donde uno da sin descuidarse, sin soltar los sueños, sin dejar de ser uno mismo; que mejor que enseñarle que sacrificio no es lo mismo que amor y que no es sano que descuide otras áreas de su vida, que todo tiene su espacio y su lugar, y que una de las claves para ser felices es lograr el equilibrio, no abandonarnos, ni abandonar situaciones o cosas que disfrutamos. La maternidad es dar vida, pero dar vida no está ligado a perder la propia vida, sino a aumentarla, a sumar y no a restar.

Así que por aquí te dejo 5 tips para que seas una madre contemporánea, que ama sin sacrificios y que predica un amor libre sin auto-anularse:

1. Cuida tu apariencia y tu salud física: Es totalmente natural que tu cuerpo se transforme, tal vez subiste unos kilos de más con el embarazo, ganaste algunas estrías o un poco de “paño” en la cara y/o tu cabello no volvió a ser el mismo; sin embargo, eso no significa que tengas que olvidarte por completo de tu apariencia, de ponerte guapa, de maquillarte, ponerte vestidos, arreglarte como normalmente lo hacías. Si hacías ejercicio, no lo dejes, hay miles de formas de seguir ejercitándote incluso junto con tus hijos. Si tu hijo(a)s observan y crecen con una madre que cuida su salud física y su arreglo personal aprenderán a cuidarse a sí mismos.

2. Date siempre un espacio para seguir practicando tus hobbies e intereses: Yo entiendo que los niños, sobre todo recién nacidos exigen tiempo y consumen energía, sin embargo, es importante y sobre todo sano, que poco a poco, con el tiempo y conforme tu hijo(a) vaya creciendo retomes tus actividades. No siempre tienes que ver películas para niños, ni hacer solo actividades infantiles, necesitas un tiempo para seguir viendo a tu grupo de amigos o para seguir tomando clases de algo que disfrutabas, para practicar la fotografía, practicar algún deporte, etc. Si tu hijo(a) crece observando que su madre practica actividades que disfruta, también aprenderá a intentar cosas e incluso podría también llegar a compartir tus hobbies contigo. Ten en cuenta que él/ella también ira creciendo e irá haciendo espacio en su vida fuera de la familia y de manera independiente a su relación contigo. Así como él/ella se abre al mundo, a la vida y a poder disfrutar de diferentes personas, situaciones y contextos, ábrete tú también.

3. Ten tiempo para ti misma: Para que mentir, es cierto que no tendrás la misma cantidad de tiempo que solías tener para ti misma, pero los respiros son esenciales. Poder tener al menos a la semana una hora solo para ti es primordial, ya sea para hacerte un masajito, para irte al spa, para salir a caminar o simplemente estar sola. Tener ese tiempo para ti te recargará de energía positiva y te ayudará a no acumular estrés.

4. No descuides tus relaciones, ni tu sexualidad: Muchas madres, casadas y solteras, se olvidan de sus amistades, pero sobre todo de su rol de pareja o de su rol como mujeres con apetito, necesidades y deseos sexuales. Pareciera como si la maternidad anulara su libido automáticamente. No olvides que no dejas de ser una buena madre por seguir explorando y disfrutando tu sexualidad ¿Tú crees que cuando tu hijo(a) sea mayor va a dejar su vida sexual a un lado o la va a anular por ti? La respuesta es muy obvia ¿no? Entonces ¿porque tu si tienes que hacerlo?

5. Recuerda que tanto tu como tu hijo(a) son personas, no propiedad el uno del otro: Un(a) hijo(a) es en un sentido simbólico una prolongación de la propia existencia, pero no es una propiedad para que vivas a través de él/ella o lo(a) mantengas de por vida a tu lado. Como dice el dicho “los hijos son prestados” y yo le agregaría “las madres también”, porque el ciclo de la vida no se frena ni se estanca, los hijos crecen y se van y si solo has vivido para y por ellos te toparas con un “nido vacío caótico” en donde has dejado de conocerte, de saber quién eres y de ser y vivir más allá de ser madre. El hecho de seguir haciendo tu vida a la par de ser madre es sumamente importante por varias razones, la primera es porque de esa manera no vivirás tan intensamente la partida de tus hijos y el duelo del “nido vacío”, porque así tu hijo(a) no se sentirá culpable o malagradecido de hacer su propia vida y porque también así tu hijo(a) no dependerá de ti para estar bien y subsistir.

Seguramente, tu hijo(a) a la larga apreciará tus esfuerzos por dar lo mejor de ti como madre, pero también apreciará que te hayas mantenido fiel a ti misma y hayas forjado tu propio mundo. No olvides, que, así como el amor de una madre es incondicional, el de los hijos también. Tu hijo(a) te aceptará tal como eres, te amará sobre cualquier cosa y siempre se tendrán el uno al otro sin importar la edad que ambos tengan o el lugar en que cada uno se encuentre.

Finalmente, solo quiero invitar a las mamás a que sean madres a través del ejemplo del amor propio y del autocuidado.

Feliz Día a todas las madres: biológicas, adoptivas, casadas, viudas, solteras, separadas, divorciadas, adolescentes, heterosexuales, homosexuales y bisexuales! Gracias por ser nuestras guías de vida, gracias por criarnos en libertad!


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